Cristina Gutiérrez cambia de equipo y de coche para afrontar el Dakar 2023 con opciones de todo

Cristina Gutiérrez es una de las principales referencias femeninas en el mundo del todoterreno desde hace años. No en vano, en 2017 fue la primera piloto española en acabar el Rally Dakar y en 2021 se convirtió en la primera ganadora de etapa desde que la pionera Jutta Kelinshcmidt lo lograse por última vez en 2005. A su séptima participación en el evento llegará con una montura completamente diferente y con la que confía poder pelear arriba en la categoría T3, la reservada a los vehículos ligeros prototipo. El Red Bull Off-Road Junior Team cambia de estructura y apuesta por Can-Am, la marca que ha ganado las cinco últimas ediciones.

La piloto burgalesa, que subió al podio del Dakar en 2022, contará con Pablo Moreno Huete, con quien ya compitió en el Dakar de 2019 y 2020, como copiloto, después de haber disputado esta temporada juntos el Mundial de Rally Raid de la categoría T3. Junto a ellos estarán el campeón del mundo de la categoría y ex piloto de motos, el chileno Chaleco López, y el lituano Rokas Baciuška, que acabó tercero en T4 (vehículos ligeros de serie) el Dakar 2022 y que contará con el español Oriol Vidal de copiloto.

Los tres estarán alineados en el llamado Red Bul Can-Am Factory Team, mientras que otros tres pilotos, todos ellos estadounidenses, conformarán el Red Bull Off-Road Junior Team USA: AJ Jones, ganador en 2022 del Dakar en T4; Seth Quintero, que ganó 11 etapas en la última edición, y Mitch Gunthrie, que pilotará un nuevo vehículo prototipo con el que Can-Am quiere afrontar el futuro híbrido.

La montura de Gutiérrez será el Can-Am Maverick X3 construido por el prestigioso preparador South Racing, el cual ha podido probar durante varios días por primera vez la semana pasada en el desierto de Dubái. "Estoy muy contenta porque es un nuevo capitulo en mi vida deportiva con el CAN-AM Factory Team. Quiero lograr muchas más cosas junto a ellos. Después de pilotarlo me siento muy cómoda con él y es un gran equipo con el que trabajar. Creo que vamos a trabajar muy bien juntos. El cambio es grande, pero me gusta y va a ser divertido", asegura la burgalesa.

"Es una carrera que pone tu cabeza y tu cuerpo al límite y lo más importante es estar preparados al máximo nivel. Este será el Dakar más largo desde 2014 y la estrategia será la misma, ser inteligente ir día a día , intentar ser constante y así seguro que llegan cosas buenas".

El cambio de equipo y de coche para Gutiérrez llega como agua de mayo, después de los numerosos problemas técnicos que ha sufrido la española en las últimas ediciones del Dakar con el prototipo OT3 construido por Overdrive. La burgalesa llega a la 45ª edición con ganas de luchar por todo. Los recursos y el respaldo son inmejorables, pero la competitividad de la categoría T3 también será máxima desde el próximo 31 de diciembre y hasta el 15 de enero.