Un "Pramac no es una opción para mí" que dinamitó el mercado de fichajes de MotoGP y llevó a Jorge Martín a Aprilia

Ducati dijo que iba a elegir al compañero de Pecco Bagnaia después del Gran Premio de Italia. El jueves a mediodía, La Gazzetta dello Sport daba como noticia que ese sitio iba a ser para Jorge Martín, que se presentaba sonriente (mucho) en sus comparecencias con la prensa. Pero algo que parecía que estaba hecho, en pocos días ha dado un giro de 180 grados. De hecho, ya este domingo, el piloto madrileño mostraba un rostro muy distinto después de lograr su tercer puesto, un gesto que venía por la segunda decepción vivida con la marca italiana. La segunda, y la última.

Porque Marc Márquez dejó bien claro que no iba a aceptar nada más que ser oficial, que su estatus y lo que está demostrando con la moto 2023 dentro del equipo Gresini no le permite aceptar un rol secundario, el que mejor venía a la marca: Pecco Bagnaia con Martín, lo que evitaba la incomodidad de tenerle al lado del bicampeón en la estructura oficial; y Márquez con el mismo material en Pramac, algo que desde fuera puede verse como un paso hacia delante, pero que no lo era para el 93, que tenía muy claro lo que quería: o eso, o estaba dispuesto a marcharse a otra fábrica, aunque no le apeteciese pasar por el proceso de aprendizaje de otra moto.

Es más, Martín había estado incluso dispuesto a aceptar un contrato con Ducati con una clausula que lo deshiciese si, finalmente, Márquez era el campeón esta temporada. Algo que este último tampoco quiso aceptar. Lo dicho: o Ducati oficial, o activaba algunas de sus alternativas. Así que el actual líder de MotoGP empezó a temerse que le iban a volver a fallar y que el compromiso verbal que le habían dado podía no cumplirse. Esto hizo que pasase un fin de semana muy complicado, con mucha tensión, lo que no le hizo pilotar cómodo en casi ningún momento. "He sufrido el viernes mucho, el sábado menos, y hoy estaba muy tranquilo", decía tras la carrera. Porque ya sabía que su situación había dado un giro de 180 grados.

Hasta el punto de que su mánager activó por su lado una de las alternativas que tenía. Habían hablado con KTM, aunque el encaje se complicaba, porque Brad Binder tiene un contrato hasta finales de 2026 y porque Pedro Acosta (su representante es el mismo que el de Martín) fue confirmado este sábado en el box oficial. Y eso que el sudafricano está perdiendo crédito dentro de la marca austriaca por su irregular temporada y por la irrupción del murciano. Pero al final el gato al agua se lo ha llevado Aprilia, una marca que ha crecido mucho en los últimos años y que buscaba cazar una figura potente para suplir a Aleix Espargaró, el mejor amigo de Martín en el paddock, otro con el que comparte mánager.

Así que, antes de que Ducati se moviese oficialmente y decidiese cuál es el elegido, Martín ha hecho su movimiento y se ha decantado por marcharse a Aprilia, lo que deja el sitio que actualmente ocupa Enea Bastianini (que ha tenido conversaciones muy serias este fin de semana con KTM) libre para Márquez, que cumplirá así su deseo de vestir de rojo a partir de 2025, con esas renuncias personales en forma de patrocinio que se han ido comentando en estos días como efectos colaterales a su posible movimiento, sobre todo la de Red Bull, que le ha acompañado durante toda su carrera deportiva (Monster es patrocinador oficial de Ducati MotoGP).

A las seis de la tarde de este lunes (en hora peninsular) Aprilia lanzaba un vídeo en sus redes sociales: Massimo Rivola, el máximo responsable de los italianos, anunciaba que ya tenían al sustituto de Espargaró, y este mismo abría la puerta de su oficina para dar paso a Martín, lo que confirma el primer gran anuncio del mercado de MotoGP 2025. "Un camino de crecimiento imparable, Jorge es un pilar hacia la meta que todos ansiamos en Aprilia Racing. Gracias a Michele Colaninno (NdR: CEO de Piaggio, el propietario de Aprilia) por esta oportunidad. Hablamos anoche y sin perder tiempo, lo decidimos". Un mensaje que deja bien claro cómo se han precipitado los acontecimientos. Se podría decir que, por lo menos, Martín se ha dado el gusto de ser él mismo el que anuncie qué va a hacer, sin esperar a que de nuevo Ducati incumpla con lo que le había prometido (la anterior vez, en 2022, incluso estaba por escrito, algo que esta vez no había sucedido).

Falta ahora, por tanto, el anuncio de la llegada de Márquez. Y falta por ver cómo va a reaccionar Pramac, el actual equipo de Martín, una escuadra que suspiraba por contar con Márquez y que ahora tendrá que valorar si prefiere mantener su situación actual, con otro piloto sobre la GP25, o aceptar la oferta de Yamaha para ser su escuadra satélite. Y también falta por ver si Maverick Viñales será el compañero de Martín, porque una de las variables para que este entrase pasaba por encajar el presupuesto en la parte salario, y si para cubrir las expectativas se iba a necesitar ampliarlo, o emplear lo que se destina en estos momentos a sus dos pilotos.

Porque Viñales también ha estado estas semanas dando evasivas a la pregunta de si iba a seguir en su actual estructura, una vez que aún no ve que la Aprilia sea una moto preparada para hacer frente a Ducati y pelearle el Mundial. Eso lo tendrá que confirmar también el propio Martín a partir de 2025.