FÓRMULA 1

¿Mejoró Alonso a sus equipos? Así estaban cuando llegó y así los dejó tras su marcha

Ante el estreno del asturiano con Aston Martin, repasamos su trayectoria para analizar cómo ha influido su paso en el rendimiento de las escuderías.

Alonso, en el Alpine. /GETTY
Alonso, en el Alpine. GETTY
Daniel Arribas

Daniel Arribas

Terminado el periplo de dos años en Alpine, Fernando Alonso afronta con ilusión la llegada a Aston Martin, su quinto equipo en la Fórmula 1. A sus 41 años, el piloto ovetense ha hecho historia esta temporada, convirtiéndose en el piloto con más carreras disputadas en las 73 ediciones del campeonato. Pese a todo, las sensaciones no han sido buenas, menos aún atendiendo al desenlace final, con fallo de motor y abandono. Un desastre.

Más allá de los dos títulos y tres subcampeonatos a lo largo de su carrera, la figura de Alonso siempre ha estado vinculada a la de genio incomprendido. Con un talento reconocido por todos —rivales, compañeros y técnicos—, los defensores del asturiano siempre se han esforzado en resaltar su capacidad para sacar el máximo rendimiento a sus monoplazas y mejorar las prestaciones de todas y cada una de sus escuderías por las que ha pasado.

¿Es así? ¿Ha hecho el ovetense mejores a todos sus equipos? Lo comprobamos, empezando por el principio.

Trayectoria de Fernando Alonso en la Fórmula 1. SAMUEL SUBIELA

Minardi, primera parada

En 2001, con tan solo 20 años, Alonso despertó el interés de las grandes escuderías de la Fórmula 1. Tras brillar en categorías inferiores, Ferrari y Renault se fijaron en él, pero fue Flavio Briatore quien, con un puñetazo sobre la mesa, consiguió cerrar el fichaje del español. En la primera temporada bajo el organigrama de Renault, Alonso fue cedido a la escudería Minardi, colista sempiterna del Mundial de constructores.

En su estreno en el Gran Circo, Alonso concluyó sin puntos, aunque pudo terminar más de la mitad de las carreras y dejó un 10º puesto en el Gran Premio de Alemania que, con las puntuaciones actuales, hubiera sumado dígitos a la columna de Minardi, pero entonces no lo hizo.

Alonso, durante su etapa en Minardi.  GETTY
Alonso, durante su etapa en Minardi. GETTY

En la temporada 2002, tras la marcha del asturiano, la escudería italiana, farolillo rojo del Mundial durante las dos temporadas anteriores, quedó antepenúltima en la tabla de constructores, por delante de Toyota y de Arrows-Cosworth, un hito que no conseguían desde 1995. ¿Casualidad? Veamos.

Bicampeonato con Renault

Con la vuelta a Renault ese mismo año, Alonso, todavía joven, pasó una temporada como piloto de pruebas, sin protagonismo, pero contribuyendo al desarrollo del bólido francés. Esa campaña, con Jarno Trulli y Jenson Button como titulares, la escudería fue cuarta en el Mundial de constructores, con 23 puntos.

Un año más tarde, Alonso se estrenó como piloto principal tras suplir la baja de Jenson Button, que no logró subir al podio en todo el curso 2002. Con un coche casi idéntico, el asturiano sumó 55 puntos, subió cuatro veces al podio y ganó en Hungría su primera carrera en la Fórmula 1. Tenía 22 años.

Cuatro años después, en 2007, el asturiano fichó por McLaren Mercedes después de conseguir dos campeonatos del mundo y 15 victorias. A su espalda dejó una escudería Renault venida a menos, más cómoda en la lucha por los puntos que en la batalla por los Mundiales y con Fisichella y Kovalainen como pilotos principales.

La jungla de McLaren

Ávido de nuevos retos y, sobre todo, de seguir luchando por el título, Alonso aterrizó en el histórico equipo McLaren. Los británicos andaban en busca de un campeonato que no ganaban desde 1998 con Mika Hakkinen.

Con el asturiano, rozaron la machada a la primeraRaikkonen les birló el título por un solo punto en la última carrera—, pero la gloria no tardó en llegar. Un año después de que Alonso abandonara la escudería británica, en 2008, McLaren diseñó una máquina perfecta y Lewis Hamilton se llevó el título de pilotos.

¿Contribuyó algo el español a semejante logro? Solo los responsables y miembros de la escudería inglesa sabrán responder a la pregunta del millón.

Segunda etapa en Renault

Tras el paso fugaz por la escudería inglesa, el piloto ovetense regresó a Renault, donde nada era como antes. El conjunto francés se encontraba muy lejos de las posiciones de privilegio y con un monoplaza insuficiente para soñar a lo grande. A los dos años y tras solo dos victorias (las únicas de los franceses desde las suyas en 2006 y las últimas para la marca del rombo), Alonso salió por segunda vez de la estructura que le catapultó al estrellato para fichar por Ferrari.

Alonso celebra la victoria en el GP de Japón de 2008.  GETTY
Alonso celebra la victoria en el GP de Japón de 2008. GETTY

Todo al rojo

En Maranello, el asturiano se encontró una sombra de lo que las expectativas le exigen a la fábrica más icónica de la Fórmula 1. La Scuderia, cuarta en el Mundial de constructores el año anterior, había registrado unos resultados pésimos con Kimi Raikkonen y Felipe Massa como pilotos , sexto y 10º, respectivamente, al final del curso.

Con Alonso, Ferrari vio la luz. El asturiano exprimió el monoplaza rojo al máximo y se quedó a apenas cuatro puntos de ser campeón. Solo Sebastian Vettel y su imparable Red Bull pudieron con el asturiano al término de la temporada.

En 2015, Alonso dejó un monoplaza que, si bien no era el mejor del Mundial, podía competir por las victorias, algo impensable antes de su llegada a la fábrica de Il cavallino rampante. Tanto es así que Sebastian Vettel rozó el título en dos ocasiones.

Vuelta a Woking

De vuelta a McLaren, el ovetense se encontró uno de los peores coches que jamás ha pilotado en la Fórmula 1. 78 carreras después, ya sin el asturiano, la escudería británica encontró la tecla para, año a año, mejorar sus prestaciones hasta el punto de ser terceros en el Mundial de constructores de 2020, solo por detrás de Mercedes y Red Bull.

Alonso, sentado en una silla tras abandonar en el GP de Brasil de 2015.  GETTY
Alonso, sentado en una silla tras abandonar en el GP de Brasil de 2015. GETTY

Pese a ello, la segunda etapa en Woking fue la peor de Alonso en el Gran Circo. Con 23 abandonos en poco más de 75 carreras, el asturiano no subió al podio por primera vez desde su año de debut en Minardi. Llamativo si atendemos a su trayectoria: el español es de los pocos pilotos que ha sido capaz de ganar con todo tipo de monoplazas, motores y neumáticos.

¿A la tercera va la vencida?

Con su vuelta a Alpine y a la Fórmula 1, en 2021, Alonso se topó con un coche que no peleaba por las posiciones de privilegio, pero que era fiable. En 2020, un año antes de su llegada, Daniel Ricciardo y Esteban Ocon, pilotos principales de la marca, habían sumado cinco abandonos y tres podios.

En 2022, último baile con la escudería de sus amores, el piloto asturiano ha sumado seis 'ceros' a su cuenta particular. El último, este domingo en Abu Dhabi. "Abandono. Uno más. Un gran resumen del año", declaró tras la conclusión, antes de sonreír al ser preguntado por Aston Martin.

El año que viene, con Esteban Ocon cumpliendo su cuarto año con los galos, Pierre Gasly completará la pareja de pilotos principales en la parrilla. Dos franceses para hacer olvidar a Alonso. Quién sabe si lo conseguirán.

Verde que te quiero verde

Con la llegada a su nuevo equipo, el sexto desde que debutó en la máxima categoría hace más de dos décadas, Alonso está más motivado que nunca. "Siempre es ilusionante empezar un nuevo proyecto. Será un 2023 con mucha más suerte", aseguró en Yas Marina.

En Silverstone, cuartel general de Aston Martin, confían en el talento de Alonso, que cumplirá 42 años el próximo verano.

Mike Krack, director de la escudería británica, insistió el pasado verano que no empezarían a trabajar, "probablemente, hasta el 1 de enero". Sin embargo, Alonso estrenará esta misma semana su nuevo monoplaza en Abu Dhabi. Un nuevo primer día. "Es un campeón y hará grandes cosas con nosotros", advierten en la fábrica. 

Empieza la cuenta regresiva. Quedan 104 días para el pistoletazo de salida en Bahréin.